Quise buscarle un sentido a todo aquello. Una forma, tal vez la silueta de alguna figura, un cuerpo o un animal mitológico, lo que fuera, pero algo.
No son manchas ni dibujos, no son rostros ni tapujos disfrazados de verdad. Algo son, aunque no sé qué, y me miran sin querer con ojos que, tal vez, ni siquiera puedan mirar.
Y me hablan y se ríen con un desprecio brutal, pero por mucho que de mí rían, todo eso me da igual.
Ven, locura mía. Ven y dime cómo la vida te oculta, para que no quepa duda de que nada es real.
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