No lo encuentro. Y no será porque no lo busco, ¿eh? Con ahínco, con insistencia, con ímpetu incluso, pero nada, no lo encuentro. He buscado en los lugares más comunes, en los que más habitualmente se esconden las cosas cuando te trolean: entre las teclas del teclado, entre los cojines del sofá, debajo de la cama… También en los más insospechados: detrás de las puertas, dentro de los armarios, en el horno… Pero no lo encuentro. Y me hace falta. Bastante urgente, dicho sea de paso. Así que, como última esperanza, como mis Obi-Wan, recurro a vosotros y os pregunto: ¿Alguien sabe dónde está el botón de PAUSE del mundo? Necesito una pausa, nada, un par de siglos si acaso, para leer todos los libros que me gritan desde los estantes, para ver todas las películas que me vociferan ansiosas, para probar todos los vinos que mi paladar ansía, para abrazar todas las almas que mi corazón desea estrujar. Por piedad os lo pido, ¿sabe alguien dónde está el maldito botón
Como su propio nombre indica