Cuando despertó, intentó soltar sus ataduras. Me miró con perplejidad.
—¿Qué vas a hacer con esa sierra? —preguntó.
Escupí el hueso de melocotón, ya no era divertido, todo ese asunto me empezaba a dar pereza.
No era tan astuto, después de todo.
Como su propio nombre indica
Cuando despertó, intentó soltar sus ataduras. Me miró con perplejidad.
—¿Qué vas a hacer con esa sierra? —preguntó.
Escupí el hueso de melocotón, ya no era divertido, todo ese asunto me empezaba a dar pereza.
No era tan astuto, después de todo.
Comentarios
Publicar un comentario