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Mostrando las entradas etiquetadas como Navidad

Navidad

Nadie habla de lo triste que es, en realidad, la Navidad. Y es que parece que en Navidad todo es amor y armonía. Felicidad y buenos propósitos. La gran pantomima hecha realidad.      Las mismas personas que en tu trabajo, en tu día a día, en tu propia familia, te están criticando o inventando mentiras acerca de ti, son las mismas que con la sonrisa más majestuosa y falsa te sorprenden deseándote unas buenas fiestas. Gente con la que ni siquiera has cruzado dos palabras en todo el año, ahora te desean las mejores de las suertes para Navidad. Esa gente, ese tipo de gente hipócrita que se ve obligada a felicitarte las fiestas es la que contribuye a la mentira. No es cierto que en Navidad haya que estar feliz. No lo es y hay que decirlo. Tampoco digo que se tenga que ser el Grinch, digo que en Navidad hay que estar como hay que estar; ni más ni menos, no feliz por convenio.      Y es que uno no puede estar feliz si le diagnostican un cáncer terminal. «Hombre, no estés triste, jolines. Hay

Feliz Navidad

No quería estar allí. De hecho, creo que ninguno de nosotros quería; pero teníamos que defender nuestro país de los invasores, o eso nos dijeron, y quien tuviera suficiente edad para sostener un fusil sería reclutado inevitablemente.     Perdí la cuenta del número de días, semanas y meses en los que estuve esquivando la muerte, mientras al final del día, en el recuento, alguno de mis compañeros, incluso algún amigo, dejaba de responder al pasar lista y llegar a su nombre. No es algo para lo que nos preparen cuando nos dan nuestra arma y nos lanzan a una muerte más que posible.     Aquella noche, en medio del fuego cruzado, el enemigo cesó su ofensiva. El olor a pólvora y tierra que aún se colaba en nuestros pulmones dejó paso a un aire bastante respirable. Nos quedamos atónitos, pasmados, mirándonos los unos a los otros y pensando en alguna treta fruto de la confianza que genera un alto el fuego. Al poco, decidimos hacer lo propio. No sé quién lo ordenó, pero en medio de la guerra

Mariví tiene un plan

Este relato fue presentado a la Antología Serie B, cuyo premio fue considerado desierto. El despertador marcaba las 8:35 de la mañana cuando un tenue rayo de sol se colaba por la rendija de la persiana e impactaba en la cara de Mariví. Maldijo no haberla cerrado del todo bien horas antes, pero quién se iba a fijar en eso a las cuatro de la madrugada.      A su lado, Ernesto seguía roncando con la misma sutileza de un tractor ruso de postguerra mientas ocupaba dos tercios de la cama. Sin mucha opción viendo el panorama que se le avecinaba, Mariví decidió dar por concluida su duermevela y levantarse, a fin de cuentas, hoy era el día, hoy era Navidad.      Se había quedado hasta tarde haciendo canelones. Hirviendo las obleas en su punto, escurriéndolas para después rellenarlas con carne picada con el 1,2,3 picadora Moulinex que conservaba desde tiempos inmemorables, para finalmente bañarlo todo con la bechamel que preparó con tanto esmero. Luego, un tejado de queso perfectamente es