Cuando alguien te da todo lo que es.
Cuando te dispara directamente al corazón y ni siquiera lo sabe.
Cuando te entra algo en los ojos sólo porque te desea que pases un buen día.
Cuando recordar su nombre te crea congoja, y su ausencia, desazón.
Es, en ese preciso instante, cuando decides que jamás se apartará de ti.
Aún no lo sabe, tendrá que hacer algún sacrificio, pero no te importa. Tú serás todo lo que necesite.
Y todo lo que tenga.
Comentarios
Publicar un comentario